Sergio Wolf: “La película intenta abrir una zona que no había sido pensada en relación con el episodio”
La Semana Santa de 1987 es recordada como una etapa oscura de la historia argentina. En un contexto posterior a la dictadura, cuando todo parecía estar finalmente tranquilo, ocurrió un hecho que “hizo tambalear la democracia”, decían entonces. Un grupo de militares sublevados decidió seguir al teniente coronel Aldo Rico y enfrentaron al entonces presidente Raúl Alfonsín para que no se condenara a los responsables de delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura cívico-militar instaurada en 1976.
Los argentinos y argentinas concluyeron que el conflicto se había resuelto cuando Alfonsín pronunció ante la muchedumbre que se manifestaba en Plaza de Mayo una frase que hizo historia: “Compatriotas, felices pascuas, la casa está en orden”.
No todos quedaron conformes con lo ocurrido. “Ese día me fui desencantado de Plaza de Mayo, y creo que fue un lugar común para todos”, dice Sergio Wolf. El cineasta sostiene que ese sentimiento, esa desilusión, lo llevó a hacer el documental Esto no es un golpe.
―¿Cómo empezaste a pensar en la película?
―La historia de la Semana Santa de 1987 tiene un enigma en el corazón respecto de la reunión entre Alfonsín y Rico, en Campo de Mayo. Aquella pregunta, ese signo de interrogación acerca de qué había pasado en el cuartel fue un poco el motor del documental. Me interesan las preguntas, las historias y también las situaciones con enigmas que permiten buscar algo. No elijo los documentales de tesis o los documentales para validar una idea.
―¿Por qué la frase del militar José Luis Vila en contra de Raúl Alfonsín terminó siendo el título del documental?
―En general, arranco las películas con el título. Aparece casi en el momento del desarrollo del proyecto, aunque en este caso me costó mucho elegir porque no era una historia narrada en primera persona como otras que había filmado. Efectivamente, el título del documental no podía ser “La casa está en orden” ni nada que tuviera que ver con los lugares comunes porque estaba buscando que la película abriera una zona nueva. No podía repetir una frase ya dicha o instalada comúnmente para hablar del episodio. Y apareció la frase “Esto no es un golpe” y nos resultó interesante. El debate de qué fue este hecho y por supuesto qué tiene su resonancia con el famoso “Esto no es una pipa”, de Magritte, y la paradoja de qué era el hecho.
―¿Cómo fue el proceso de elección de testimonios?
―En general hago películas con personajes y acá tenía dos: Alfonsín y Aldo Rico. Uno había muerto, me quedaba el otro, alguien muy difícil, muy áspero. Nunca había hecho películas con políticos. Por lo tanto, tenía que enfrentarme con un tipo de personaje o de personalidad compleja, porque los políticos tienen una especie de sistema en el que todo el tiempo van moviendo la perilla de on y off. Y esto, para alguien que hace documentales, es un problema porque yo quiero que me digan lo que van a dejar en off. Y eso es parte de mis trabajos cuando hago escenas de entrevistas con ellos.
―¿Cómo fue entrevistar a Aldo Rico?
―Con Rico había tenido un encuentro previo a la grabación y salió bien. Después hubo un episodio muy complicado: el día que fuimos a grabar se arrepintió y se negó. Hasta escribí un libro que se llama “La escena documental” sobre el episodio en la cocina de Aldo Rico y sobre los problemas y complejidades del documental cuando los personajes deciden no participar o hacerte la vida imposible. Después tomó varios meses a los productores crear las condiciones para poder volver a filmar con Rico. Es un tipo que está acostumbrado siempre a poner las condiciones y tiene una cosa muy arrogante y violenta para entrevistar. Cuando llegué a la casa me dijo “tenés una hora y media, fíjate lo que vas a hacer”. Siempre hay un juego, un intercambio, y con Rico, nada. A pesar de eso, la escena me resulta bastante impresionante todavía.
―En el final del documental aparecés y decís que te fuiste desilusionado de Plaza de Mayo el día que terminó el levantamiento. ¿Por qué decidiste poner tu propia voz como director?
―En mis películas siempre hay una primera persona, como una especie de figura de narrador. En esta película un poco más atenuado por el género. En el caso particular de esta historia, efectivamente me parecía que el hecho de que yo haya sido uno de los que estuvo en esa plaza me permitía salir de una cosa objetiva de lo que le había pasado en general para contar como una vivencia personal. En base a eso, la película intenta abrir una zona que no había sido mirada o pensada en relación con el episodio. Para mí, es muy importante eso. Quizás desde esa duda, en esa plaza… tal vez haya sido ahí que se creó el germen de la película que estamos viendo muchas décadas después.
―¿Por qué te fuiste desencantado?
―Creo que haberme ido desencantado es un lugar común, el resultado fue menos épico. Pero también es probable que en esa negociación pacífica que finalmente consigue Alfonsín en Campo de Mayo también están las bases de la continuidad de la vida democrática argentina por tantas décadas. Hay algo que Alfonsín ve. Me fui desencantado. Tampoco creo que podría haber tenido otro final, tal vez es el mejor final posible de ese episodio. En su momento me dolió, me molestó ese final visto en perspectiva, más allá de la película, incluso. Creo que fue la mejor decisión, creo que la piloteó muy bien para como estaba la situación. Más allá de que tuvo un efecto de erosión para su gobierno, porque salió debilitado.
―En un momento se relata que es un sinónimo de hacer tambalear la democracia…
―Exacto. Por eso yo decía que el gobierno de Alfonsín se veía muy debilitado. Y por eso la frase demoró diciendo “bueno, si no querían dar el golpe, por lo menos lo que hacían era debilitar al gobierno”, respecto de un gobierno que había hecho mucho por el tema de los derechos humanos, las causas, la represión ilegal y las desapariciones y todo eso. Entonces, si no lo quiso tirar, sí lo hirió de muerte de alguna manera. En el aspecto político, después vino toda la parte económica, que también terminó en catástrofe. El episodio hace tambalear la democracia porque las Fuerzas Armadas no le responden al Presidente.
―¿Por qué decidiste poner al final de la película la imagen en que están arriando la bandera argentina frente a la Casa de Gobierno?
―Hay algo de final de la historia, es una escena como curricular. Es el final de la tarde, tiene algo melancólico. Además, es un momento de las Fuerzas Armadas en relación con la vida constitucional, en la Argentina ya no amenazan más el orden constitucional las Fuerzas Armadas. La bajada de bandera tiene como algo de ritual y venía bien para hacer como el cierre sobre Alfonsín, sobre el personaje y salir de la cuestión macro, después de unos carteles, un poco el update, de acuerdo con lo que pasó con los distintos personajes, pero me parece interesante la contraposición de la escena con el relato sobre Alfonsín.
Por Sol Marina y Martina Sánchez Vera
Ese año también…
18 DE ENERO
Primera edición del Mundial +35, para jugadores veteranos. La Copa Pelé fue un torneo mundial de fútbol con la participación de estrellas de ese deporte como el brasileño Roberto Rivelino o los alemanes Uwe Seeler y Gerd Muller. Argentina ganó esta edición en una final contra Brasil, el equipo local. En el conjunto argentino, dirigido por Carmelo Faraone, jugaron entre otros Carlos Babington, Roberto Mouzo, Miguel Brindisi y Oscar Mas. Entrevistado por TyCSports, el “Inglés” Babington recordó que fue “un torneo rarísimo” porque en la mayoría de los partidos “iban tres personas a vernos”, pero en la final con Brasil, en el Pacaembú, “había 50 mil” espectadores. En la final, Argentina ganó 1 a 0 con gol de Darío Felman, pero la figura del partido fue el arquero Carlos Buttice, a quien le decían “Batman”.
FEBRERO
La banda punk Ramones realiza su primer show en Argentina, en el estadio Obras Sanitarias. Desde ese entonces, la relación con sus fans locales fue muy intensa, y tocaron unas siete veces en el país, incluyendo una presentación en el estadio de Vélez, una gira por el interior y su despedida en el Estadio River Plate. Johnny Ramone afirmó que en Argentina se sintieron como Los Beatles.
10 DE ABRIL
Juan Pablo II visita por segunda vez la Argentina. La primera había sido en 1982, durante la Guerra de Malvinas, cuando estuvo apenas 30 horas. En cambio, esta segunda vez se quedó seis días en los que pasó por diez provincias, pronunció homilías y mensajes, y asistió a un acto en el estadio de Vélez Sarsfield.
8 DE MAYO
La Masacre de Ingeniero Budge es considerada el primer caso de gatillo fácil en Argentina, luego del retorno de la democracia. Se trató del asesinato de los jóvenes Agustín Olivera (26), Oscar Aredes (19) y Roberto Argañaraz (24) por parte de tres suboficiales de la Policía Bonaerense, en la localidad de Ingeniero Budge. En 1990, los policías fueron condenados a cuatro años de prisión, pero en 1994 se retomó el caso y fueron condenados a once años. Sin embargo, fueron excarcelados y se profugaron hasta que, en 1998, recapturaron al cabo Isidro Romero y, en 2006, al cabo Juan Miño y al suboficial Juan José Balmaceda.
8 DE JUNIO
El Congreso Nacional sanciona la Ley 23.515, que permite la disolución de la unión conyugal y que entraría en vigor cuatro días más tarde, tras su publicación en el Boletín Oficial. Fue una ley resistida por sectores conservadores, pero daba un marco legal para darle una salida a separaciones de hecho que se habían multiplicado con el correr de los años y sumaban millones. Cuando la ley se debatía en el Congreso, la Iglesia encabezó actos y movilizaciones contra el divorcio vincular, incluyendo una peregrinación a la Basílica de Luján.
8 DE JUNIO
El gobierno de Raúl Alfonsín promulga la Ley de Obediencia Debida, que estuvo vigente en el país entre 1987 y 2003. Por esta norma legal, fueron exceptuados de ser procesados penalmente los oficiales medios de las Fuerzas Armadas que habían participado en secuestros, torturas, homicidios y desaparición de personas durante la dictadura militar. Los involucrados quedaban a salvo de la acción penal porque sólo habían “obedecido órdenes” de sus superiores jerárquicos.
24 DE JUNIO
Nace en la ciudad de Rosario Lionel Andrés Messi, hoy considerado uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos. Ganador en Europa de siete Balones de Oro, Messi comenzó a jugar al fútbol a los cinco años, pasando por los clubes Newell’s Old Boys, Barcelona y PSG. Hoy juega en el Inter de Miami. A nivel selección conquistó cuatro títulos: la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, la Copa América 2021, la Finalísima ante Italia y la Copa del Mundo de Qatar 2022.
JUNIO – JULIO
Entre el 27 de junio y el 12 de julio se juega en Argentina la trigésima tercera edición de la Copa América. Las expectativas por ver campeón al seleccionado argentino de fútbol se vieron frustradas. Argentina ni siquiera pudo llegar a la final, que fue disputada por Uruguay y Chile. El campeón fue el equipo uruguayo, que en el partido decisivo superó por 1 a 0 al seleccionado trasandino.
26 DE JUNIO
Profanan la tumba de Juan Domingo Perón. En la madrugada, un grupo comando ingresó a la bóveda del ex presidente Perón, en el Cementerio de la Chacarita, y le cortó las manos. Más tarde, los autores enviaron una carta al dirigente peronista Vicente Leónidas Saadi en la que se exigía el pago de ocho millones de dólares. Las manos de Perón nunca fueron encontradas.
6 DE SEPTIEMBRE
El Partido Justicialista se impone en las elecciones legislativas. La victoria de la oposición, sumada a la crisis económica que enfrentaba el gobierno, aceleró un proceso hiperinflacionario que derivó en el adelantamiento de las elecciones presidenciales.
Por M. Cajaraville, L. Casaccio, C. De Santo, I. Gutiérrez, C. Lusardi, O. Mainetti, J. Santoro, A. Suardini.