Jorge Asis: “En los noventa Argentina era un ejemplo”
Periodista, escritor, analista político, Jorge Zain Asis es hoy, casi tres décadas después, ferviente defensor de la gestión presidencial de Carlos Saúl Menem, quien marcó toda una época en el último decenio del siglo pasado. Asis publicó treinta libros de ficción entre novelas y cuentos, seis de ensayos y uno de poesía. Entre sus títulos se destacan Flores robadas en los jardines de Quilmes y Diario de la Argentina, sobre la vida en la redacción de Clarín en los tiempos en que Asis era uno de sus columnistas más polémicos. Además de secretario de Cultura de la Nación, fue embajador argentino en la UNESCO y en Portugal.
―¿Creés que en los noventa la cultura nacional se vio opacada por la internacional?
―No, al contrario. Hubo un fortalecimiento de todo lo nacional por el extraordinario movimiento de capitales; yo en ese entonces vivía en París y puedo decir que en los noventa Argentina era un ejemplo, acá se usaban los teléfonos celulares cuando en Francia era impensado. Se vivió una época intensa en la que el boom económico permitió que vinieran al país los artistas consagrados más complicados de conseguir. Todas las semanas venía un presidente distinto y había ceremonias en el Hotel Alvear, todo gracias a la cultura armonizada que teníamos en la que a todos les convenía venir, desde rockeros hasta presidentes.
―El primero de enero de 1992 entró en vigencia el Plan de Convertibilidad, ¿esta medida económica favoreció o perjudicó al área de cultura?
―El área cultural depende de las individualidades, no hay un contexto que favorezca o entorpezca el proceso de creación, los creadores brotan sin importar el contexto. Esta medida generó una conexión de Argentina con el mundo, así que creadores de todos los sectores sociales podían ir al exterior a conectar con otras culturas. Hoy no hay ningún contexto sociopolítico que favorezca la creación, pero no se necesitan estímulos oficiales para crear, eso es un engaño del progresismo falso. Como decía el gran poeta cubano Heberto Padilla: “En cualquier sitio o época en que hagas o que sufras la Historia siempre estará acechándote algún poema peligroso”.
―En 1992, cuando eras embajador de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), ocurrió el atentado a la Embajada de Israel, ¿qué rol le correspondió al gobierno argentino en ese momento?
―Argentina fue la víctima, lo que ocurrió en la Embajada de Israel fue una especie de ensayo para practicar el terrorismo internacional. Este atentado quedó inmerso en la extraña oscuridad que existe en Argentina para el esclarecimiento de hechos de esa envergadura. Hay interpretaciones fáciles y una especie de dependencia de esas interpretaciones, pero no se le puede achacar absolutamente ninguna culpa al gobierno argentino de ese momento porque fue la víctima. Cuando ocurrió el atentado yo estaba en París, me acuerdo que tenía una delegación de políticos de alto nivel y ellos lo tomaron como un golpe feroz.
―¿Considerás que las medidas de Carlos Saúl Menem fueron significativas para seguir aportando a la reconstrucción de la democracia?
―El proyecto de Menem y Domingo Cavallo, su ministro de Economía, representó el último intento de proyecto capitalista para Argentina. Tenían una vocación estratégica muy clara y definida, por eso hoy se lo está revalorizando fuertemente. Puedo cuestionar que fue una pertenencia occidental, no era casualidad que pudieses entrar a Estados Unidos hasta con un registro de conductor vencido por el nivel que Argentina había alcanzado en ese momento con su proyecto. Sin embargo, para mí lo más importante es que todavía no se valoró lo suficiente el proyecto de Menem de reconciliación nacional, esto tuvo algún signo de retroceso y pudo haber sido en su tiempo demasiado atrevido; creyó haberlo logrado pero en definitiva no tuvo suerte y eso quedó pendiente.
―De ahora en adelante, ¿considerás que alguna figura política es peligrosa para la cultura?
―No, en el área cultural todo depende de los cultos de los expirados y los creadores. Gane quien gane las elecciones, la cultura tiene la suficiente dinámica propia para ejercerse al margen de quién sea el presidente o cómo sea su proyecto político, ya no hay más lugar para las censuras. Hoy existe una cultura de opinadores, cualquiera opina y cualquiera le puede decir cualquier cosa al consagrado o a quien quiera, por eso no hay ninguna posibilidad de cercenamiento, triunfe quien triunfe.
Por Renata Salem y Agustina Cabello
Ese año también…
1 DE ENERO
El peso convertible reemplaza al austral como moneda. Comienza la era del “un peso, un dólar”.
17 DE MARZO
La explosión de un coche bomba frente a la Embajada de Israel deja 29 muertos y 242 heridos. El atentado es uno de los muchos hechos ocurridos en democracia que nunca fueron esclarecidos.
19 DE MARZO
En Rosario, el Concejo Municipal ordena la colocación de una placa conmemorativa en la puerta de la casa natal de Ernesto Che Guevara (1928-1967). El 30 de abril del mismo año, a las 3:30 de la madrugada, en el frente del edificio estalla una granada EAM 75 de origen español. La placa en homenaje al revolucionario argentino-cubano nunca fue colocada.
10 DE ABRIL
Inauguración del actual edificio de la Biblioteca Nacional, la más importante del país. Con sede principal en en Agüero 2502, en el barrio porteño de Recoleta, sus objetivos son custodiar, acrecentar, preservar, registrar y difundir la memoria impresa de la cultura del país.
6 DE MAYO
El Tornado de Estación López azota esa localidad bonaerense y alcanza la categoría F4; se convierte en el segundo más importante ocurrido en Sudamérica, luego del Tornado de San Justo, en la provincia de Santa Fe, del 10 de enero de 1973. Estación López o López es un pueblo de unos 150 habitantes, en el partido de Benito Juárez. El tornado provocó cuatro muertes, más de 100 heridos, destruyó la estación ferroviaria, la iglesia y en la zona de influencia sólo quedaron en pie cinco viviendas. Las pérdidas fueron millonarias.
23 DE MAYO
Muere en Nimes, en el sur de Francia, el compositor argentino Atahualpa Yupanqui. Figura estelar del folklore, su nombre verdadero era Héctor Chavero y había nacido en Pergamino. Su madre era de origen vasco y su padre, nativo de un pueblo originario. Tenía 84 años, vivía en Francia desde los años 50, cuando se exilió por razones políticas. Estaba en Nimes para participar de un festival.
10 DE JUNIO
Inauguración de la Universidad de San Martín (UNSAM), una universidad pública argentina con sede principal en la ciudad de San Martín en la zona norte del Gran Buenos Aires.
23 DE JUNIO
A los 20 años, muere Saúl Andrés Canessa, campeón argentino de ajedrez de 1989. El 21 de junio de 1992, Canessa sufrió un accidente con su moto y dos días después murió tras ser detenido y golpeado por policías en la ciudad de Necochea. La segunda autopsia determinó que tenía fractura de cráneo, heridas graves en el muslo y en la rodilla. Los policías David Posse, Daniel Castro y Renato Pequi estuvieron detenidos, acusados de privación ilegal de la libertad, pero no llegaron a juicio. El único condenado a cuatro años de prisión por abandono de persona fue el médico Néstor Pando.
30 DE SEPTIEMBRE
Inauguración de La Auditoría General de la Nación (AGN) de Argentina, el organismo del Estado que asiste al Congreso de la Nación en el control externo del sector público nacional.
15 DE NOVIEMBRE
El odontólogo Ricardo Barreda mata a su esposa, su suegra y sus dos hijas. Aunque en el juicio donde fue condenado dijo que no recordaba lo que había pasado el día de los hechos, la Justicia le recordó con su sentencia a perpetua lo que había hecho. Ese día, Barreda asesinó a sangre fría a su esposa, Gladys McDonald; a su suegra, Elena Arreche, y a sus hijas Adriana y Cecilia. Todo ocurrió en la casona familiar de La Plata, en la calle 48, entre 11 y 12. Barreda argumentó que las cuatro mujeres lo maltrataban y le decían “Conchita”, para humillarlo. Barreda murió en 2020, en un geriátrico, a los 84 años.
Por Mía Baldi, Martina Fernández Souto y Candela Morinelli